ALIMENTOS ANTIINFECCIONES. COMBATE LOS VIRUS.
Hoy, en Termópilas Fitness Gym, queremos exponeros cinco alimentos antiinfecciones que os ayudarán a combatir esos virus que día tras día os están atacando, porque no queremos que nuestros socios tengan ningún problema a la hora de venir a entrenar.
LIMONES
Estimulan el sistema inmunitario y favorecen la eliminación de los microorganismos muertos y las toxinas. Con el estómago vacío, toma el zumo de un limón, en un vaso con agua tibia cada día (este truco es muy bueno también para quemargrasas). Lávate los dientes después, ya que el ácido cítrico ataca a tu esmalte.
CEBOLLA Y AJO
Sus compuestos de azufre, responsables de su olor y su picor, son auténticos antibióticos naturales. Un par de dientes de ajo picados y crudos por día bastan. En cuanto a la cebolla, tómala en ensaladas o cociéndola en rodajas en medio litro de agua. Bebe ese líquido tibio tras sacar la cebolla.
MIEL
Con propiedades antisépticas y antimicrobianas, incluso ayuda a cicatrizar las heridas cuando se aplica sobre ellas. Ponle una cucharadita a tus infusiones, al zumo de limón o a la de cocción de cebolla. No la calientes a más de 60 grados porque pierde parte de sus antioxidantes.
TOMILLO
Aparte de desinfectante, es además un buen agente para evitar que te contagien la gripe. Antes del desayuno, una infusión de tomillo te protege. Si ya tienes una infección, toma 3 tazas, con el jugo de ½ limón y miel.
Además de estos alimentos antiinfecciosos, tenemos otro, que es el ibuprofeno natural de moda, la CÚRCUMA MOLIDA . Sus múltiples beneficios la han convertido en la especie de moda, ya que es antiinflamatoria, antiparasitaria, favorece la cicatrización de las heridas y protege el hígado. Además no da sabor, asique la podemos añadir a cualquier receta sin preocuparnos de si nos va a gustar o no. Se recomienda una dosis diaria a personas con artritis, colon irritable, afección de muelas o dolor menstrual, entre otras dolencias. Si se cuece más de 15 minutos, desaparecen sus principios activos en un 80%, de ahí a que lo ideal sea aplicarla justo al final de la cocción y una vez apagado el fuego.