La higiene en el gimnasio. Un tema que no debes olvidar
Hoy quiero hablarte de un tema muy importante como es la higiene en el gimnasio. Es un tema delicado, pero al que hay que prestarle muchísima atención.
Al hacer deporte, sudamos. Cuando la temperatura corporal aumenta, las glándulas ecrinas secretan el sudor y esto, en la mayoría de los casos genera malos olores. Pero ¡OJO! el sudor en sí mismo por lo general está libre de olores. Es la combinación de sudor y ciertas bacterias la que genera ese hedor tan insoportable.
No todos sudamos por igual, ni todos olemos. Los hombres tienden a sudar más que las mujeres, los jóvenes sudan más que los mayores, la genética también influye y la temperatura y la humedad. El peso también juega un gran papel, ya que cuanto mayor sea el volumen y grosor de tu cuerpo, generarás más calor.
Por eso, cuando entrenas habitualmente en un gimnasio, rodeado de más gente, es importante que conozcas tu cuerpo y tu condición física, con el fin de ser lo menos desagradable para el resto de usuarios. ¡Tenemos que convivir los unos con los otros de la mejor manera posible y respetándonos!
Habrá quien se duche una vez al día, y tenga la ropa siempre limpia, y al hacer ejercicio jamás le notes ningún tipo de olor. Pero habrá otros casos, en los que aun duchándote a primera hora de la mañana (por ejemplo) con el paso de las horas del día, trabajando, sudes y por tanto “contamines” la ropa que llevas puesta. En estos casos, y aunque pueda ser algo engorroso, si tienes pensado ir al gimnasio, lo ideal es que te des una ducha antes de entrenar y pongas ropa limpia. ¡El resto de usuarios te lo agradecerán!
En cuanto a la ropa, las telas sintéticas como el poliéster o la lycra, absorben mejor el sudor y favorecen su evaporación, pero su gran inconveniente es que son mucho más “apestosas” que las de algodón. Esto es así, debido a que un tipo de bacterias que descomponen el sudor y causan un olor desagradable (Micrococci) crecen solo en las prendas de poliéster.
Así que resumiendo:
- Cuida tu higiene lo máximo posible.
- Usar ropa limpia y recién lavada para entrenar.
- Después de entrenar echa la ropa a lavar, no la airees. Aunque a ti parezca que no huele, las bacterias olorosas sí están ahí y acabarán oliendo.
- Si eres una persona con tendencia a oler, dúchate antes y después de entrenar.
- Usa una toalla pequeña para limpiar el sudor y para no manchar las máquinas.
- Usa camisetas de algodón.