Siempre se habla de los beneficios del deporte para la salud, pero no somos del todo conscientes de lo importante que es incluir el deporte en nuestros hábitos diarios, porque solo pensamos que sirve para mantenerse delgado. Y lo cierto, es que a parte de los múltiples beneficios que tiene,  uno de ellos y que me parece super importante es que el deporte, y más en concreto el entrenamiento de fuerza nos ayuda a prevenir y tratar el cáncer.

De hecho, existen muchos  estudios sobre el tema, y se ha comprobado que existe una asociación inversa entre la fuerza muscular y la mortalidad.

Esto es así, porque el 50% de los pacientes con cáncer, sufren el síndrome de  caquexia, caracterizada por una alarmante pérdida de masa muscular esquelética y a menudo acompañada de una pérdida considerable de peso. Por eso, el entrenamiento de fuerza ayuda a mejorar los síntomas de la caquexia.

Obviamente, el cáncer necesita de tratamiento, pero en los diversos estudios que se ha tratado este tema,  se llegó a la conclusión de que el entrenamiento de fuerza ayuda. O bien, la combinación de ejercicio de fuerza más ejercicio aeróbico. Pero ejercicio aeróbico solo no.

En los estudios, el entrenamiento de fuerza proporciono disminución de la fatiga a largo plazo y beneficios en la parte superior e inferior de los músculos del cuerpo. Influyó también en los triglicéridos y en el porcentaje de grasa corporal, mejorando la calidad de vida de los pacientes, en comparación con pacientes que solo hacía ejercicio aeróbico.

Las mejoras en la fuerza muscular son independientes del tipo de tratamiento que se le realice al paciente ( quimioterapia, radioterapia, etc).

Además, las adaptaciones fisiológicas al entrenamiento modulan la cinética de crecimiento tumoral por distintas vías.

Por ejemplo:

• Regulación de la vía de señalización hippo (involucrada en la formación y crecimiento de órganos y tumores)
• Requerimientos energéticos durante el entrenamiento dificultan el mantenimiento de las necesidades energéticas del metabolismo tumoral.
• El ejercicio físico regula la cantidad y función de las células inmunes.

La conclusión, es que el ejercicio de fuerza conlleva un incremento en la tasa de supervivencia de los pacientes con cáncer. Por supuesto, también va a depender de distintos factores, como el tipo de cáncer, la persona, edad, genética, etc.

Pero el entrenamiento de fuerza no solo ayuda a combatirlo, sino también a prevenirlo. Concretamente, incrementos en la cantidad de actividad física previenen al menos 13 tipos de cáncer.

Así que ya sabes, añade deporte en tu vida. Mantente activo y saludable.

Y si ya te encuentras en el caso de tener que combatirlo, háblalo con tu médico, pide asesoramiento y haz lo posible por añadir el deporte en tu tratamiento.

En termópilas estamos preparados con todo el equipamiento necesario para el entrenamiento de fuerza y que puedas prevenir y tratar el cáncer.