CONTROLANDO LA RESPIRACIÓN LLEGAREMOS MÁS LEJOS.
La respiración es una variable que a menudo olvidamos a la hora de hacer ejercicio, pero… Si os dijésemos que controlándola podríais mejorar vuestro rendimiento, ¿os animaríais a trabajar con ella?
Cuando hacemos ejercicio la frecuencia respiratoria aumenta, con el objetivo de aportarle a nuestro organismo el oxígeno necesario para el esfuerzo fÍsico. La ventilación pulmonar, mediante la cual se nos aporta el oxígeno, consta de dos fases:
- La inspiración: proceso mediante el que introducimos aire (O2) en nuestro cuerpo (nariz, boca)
- La espiración: Proceso mediante el que el aire sale de nuestros pulmones hacia el exterior, soltando dióxido de carbono (CO2).
A medida que aumentamos la intensidad de la actividad física, los músculos necesitarán myor cantidad de oxígeno para combatir la fatiga y así aumentar nuestro rendimiento. Dependiendo del tipo de actividad física que vayamos a realizar, la respiración deberá ser de una forma u otra.
- Actividades aeróbicas: En este grupo incluimos todas esas actividades que se mantienen de forma constante a una intensidad moderada (correr, pedalear, bailar…) Durante este tipo de actividades la respiración será la normal para cada persona. La manera correcta de respirar supondría inspirar (coger aire) por la nariz, para sí filtrar las partículas que arrastra el aire y espirar (soltar aire) por la boca, para así expulsar de nuestro organismo una mayor cantidad de CO2, buscando una mejor ventilación pulmonar.
No nos podemos olvidar de procurar siempre una buena postura corporal mientras hacemos ejercicio (y cuando no la hacemos también) ya que esta va a influir en nuestra capacidad para coger una mayor cantidad de oxígeno en nuestras inspiraciones y en la expansión de la caja torácica. Nuestra posición ha de ser erguida con la cabeza alzada y los hombros relajados.
- Actividades anaeróbicas: En este grupo se incluyen aquellas actividades de alta intensidad pero breves (levantamiento de pesas, sprints…)
El levantamiento de pesas consta de dos fases y la respiración debe modificarse en función de ellas:
*Fase Concéntrica: El peso se vence en un movimiento en contra de la gravedad. Es la fase de mayor esfuerzo y el ella debemos realizar la espiración, soltando el aire por la boca, para sí obtener una mayor activación de la musculatura abdominal y, por lo tanto, obtener una mejor protección de la columna y lumbares, además de generar mayor potencia en el ejercicio.
*Fase Excéntrica: El peso es frenado cuando va a favor de la gravedad. Esta fase es la de menos esfuerzo, por lo que en ella debemos realizar la inspiración (nariz) para captar más O2.
Debemos evitar soltar el aire por la nariz y con la boca cerrada, ya que esta forma de respirar aumenta la presión sanguínea y supone riesgo de mareos, alteraciones del ritmo cardíaco… y es muy perjudicial para personas con problemas cardiovasculares o hipertensas.
Una correcta respiración durante la práctica deportiva es una de las claves fundamentales para conseguir un óptimo rendimiento. Debemos ser conscientes de nuestra respiración, así como de nuestra postura corporal, e ir regulándolas mediante estas pautas.
Ahora que ya tienes claro cómo debes realizar la respiración en tus rutinas y ejercicios ¡Vente a Termópilas Fitness Gym a ponerlo en práctica y a notar como aumenta tu rendimiento! Os esperamos en Sigüeiro.